IDA VITALE Y FRANCISCA AGUIRRE, RECITAL.
Adela Alfageme
Las palabras llenan nuestra vida aunque apenas nos demos cuenta. Nos rodean, nos acucian y nos llevan al conocimiento. Pero son las palabras de los poetas las que nos pueden hacer reflexionar sobre el mundo y la vida que nos rodea, sobre nuestros sentimientos y nuestras inquietudes.
Ida Vitale y Francisca Aguirre son dos poetisas muy longevas, la primera de 95 años y la segunda de 88. Han dedicado toda su vida a la poesía y han sabido reflejar las inquietudes de las mujeres de su tiempo: la angustia, la alegría, la soledad, la belleza, el dolor…
Este año han recibido los máximos galardones que se otorgan en nuestro país a las letras: Ida Vitale, el premio Cervantes, y Francisca Aguirre, el premio Nacional de las Letras. En ambos casos, por toda una vida dedicada a la literatura.
Por este motivo, desde el Plan de Lectura del centro hemos decidido elaborar un recital poético en el que poder homenajearlas a la vez que conocer mejor sus obras.
Como ocurre en otras ocasiones, la respuesta de nuestros alumnos no se ha hecho esperar. Los alumnos de 1º y de 4º de la ESO se han volcado en la decoración del salón de actos, bajo la dirección de Teresa Burgueño. Versos colgantes de Ida Vitale se han materializado y han enmarcado todas las intervenciones.
Por otra parte, alumnos voluntarios de todos los cursos han querido colaborar leyendo poemas o acompañando con su música los mismos. Más de veinte lectores voluntarios que han dedicado varios recreos para ensayar, un verdadero lujo.
Pablo Fernández con el violín y Rebeca San José, con el saxofón y la flauta han acompañado todas las lecturas. Ricardo Rodríguez y Celia Calvo han sido los encargados de unir los poemas con explicaciones de la vida y la obra de ambas mujeres.
También numerosos profesores han querido colaborar con la lectura de un poema o pasando el audiovisual, como Jesús Santos.
Pero lo más importante ha sido la atención con la que se han escuchado las lecturas y el respeto que se ha mostrado ante el esfuerzo y la implicación de todos los que han participado. Seguimos haciendo escuela, educando en la lectura y fomentando el conocimiento de mujeres que, a pesar de todo, siguen siendo muy desconocidas.
No puedo acabar sin dar las gracias a todos. Son una multitud los que han participado y espero contar con todos los que permanezcan en el centro el curso que viene. Seguiremos construyendo “bosques de palabras” para enriquecer nuestras vidas.